martes, 24 de julio de 2018

I am Bolt

Los juegos olímpicos y el mundial de fútbol han sido eventos que veo desde hace mucho tiempo, supongo que me gusta ver las cosas increíbles que puede llegar a hacer el cuerpo humano, dado que yo no soy buena en ninguna disciplina deportiva. De hecho, por un tiempo me volví fanática de los mundiales de natación. Hubo uno celebrado en España hace pocos años que debido a que no contaba con un canal específico en la televisión de cable, no pude verlo y me entristecí mucho, hasta tuve a mi sobrina tratando de hackear mi computadora para que pudiera ver las transmisiones en vivo. En fin, la emoción de ver cómo alguien logra algún record siempre es grata en mi vida, así que este documental de Usain Bolt me interesó desde el primer momento.

Por si alguien que está leyendo esto no sabe quién es Usain Bolt, pues es el hombre más rápido del planeta, ha ganado en tres olimpiadas consecutivas las medallas de oro en los 100m y 200m planos y roto constatemente marcas mundiales. En sus presentaciones siempre aparenta ser cool y buena onda y después de ver el documental, parece ser que así es también en su vida diaria, carismático a morir. 

El documental trata básicamente de cómo es la vida de un atleta, los retos que tiene que enfrentar al haber escogido el deporte como su vida. A lo largo del filme puedes ver como Bolt está cansado de la vida de atleta de alto rendimiento y expresa que ya solo quiere relajarse y tener "una vida normal", algo muy a la onda superhéroe. Cuando vi esto estaba sorprendidísima, ¿cómo alguien va a querer dejar de ser el mejor del mundo, el más rápido? Pero él expresa que puede llegar a ser muy solitario y con falta de emoción, así que habla de su retiro y de lo aliviado que se siente el haber sido tan sobresaliente, porque no se debe nada, ya ha pasado a los libros de historia.

Me gustó tanto que lo más seguro es que volveré a verlo, al final me quedé con una sensación agridulce pero también con una muy grata.