martes, 17 de abril de 2018

El elefante desaparece

En general los cuentos no son mi formato favorito, la mayoría de las veces me quedo con la sensación de que no se desarrolló del todo la historia, que falta algo y que los personajes me pudieron haber dado mucho más. Obviamente en el caso de Murakami no es distinto, siempre quiero que cada historia tenga su propio libro y me emberrincho un poco con él por no haberse extendido más, por lo tanto es lógico creer que sus libros de cuentos no estén dentro de mi top five de favoritos, hasta que leí "El elefante desaparece"; la atmósfera de cada cuento es un poco fatídica, sientes que algo malo va a pasar. Muchos de los cuentos me provocaron sensaciones tan agudas que en alguna ocasión me costó trabajo dormir (o sea más de lo normal), una sensación de miedo y ansiedad que no me había transmitido en su entereza en ocasiones previas. 

He sido fanática de Murakami desde siempre y me he leído prácticamente todos sus libros y entiendo que no terminan siendo del gusto de todo el mundo (vaya, como todo en la vida) pero agradezco mucho que cada vez encuentre un tema que me despierte esa curiosidad incansable por la lectura.